Hacer este vestido ha sido muy especial para mí por varios motivos.
El primero porque era uno de los vestidos que más me gustaba cuando era niña.
El segundo porque era la primera vez que hacía una pamela y ha sido un reto, luego no me ha resultado tan complicado como pensaba.
Y el tercero y más importante porque las telas y las puntillas de ganchillo que he utilizado eran de dos personas muy queridas para mí, mi abuela y una tía de mi marido.
Ellas ya no están conmigo fisicamente, aunque siempre en mi corazón.
Esta entrada y este vestido se lo dedicó a ellas por todo lo que me enseñaron, en todos los sentidos.
Este vestido lo he hecho con mucha ilusión, mucho amor y mucha NOSTALGIA.
Aprovechando que hacía solito, le hice las fotos en el jardín y este es el resultado.
El primero porque era uno de los vestidos que más me gustaba cuando era niña.
El segundo porque era la primera vez que hacía una pamela y ha sido un reto, luego no me ha resultado tan complicado como pensaba.
Y el tercero y más importante porque las telas y las puntillas de ganchillo que he utilizado eran de dos personas muy queridas para mí, mi abuela y una tía de mi marido.
Ellas ya no están conmigo fisicamente, aunque siempre en mi corazón.
Esta entrada y este vestido se lo dedicó a ellas por todo lo que me enseñaron, en todos los sentidos.
Este vestido lo he hecho con mucha ilusión, mucho amor y mucha NOSTALGIA.
Aprovechando que hacía solito, le hice las fotos en el jardín y este es el resultado.
Estaba tan emocionada que no me cansaba de hacerle fotos.